La familia de las Rutáceas

Fotoestudio familiar


Ecuación perfecta
en cada gajo
que degusta el sommeliére,
en la última cena,
la manzana prohibida,
la mandarina fruta
que llena el tazón
que Judas observa
de reojo mientras
los pensamientos
más obscuros
llenaron
la compleja realidad.
Y sales tú
y la cambias
por las noches. 




Mandarina, sentada
con tu familia
aguardas al
sediento
y al que
que ayuna
por economía mental,
y entras por
la puerta del
paraíso.


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